No será necesario que abundemos sobre el ya célebre Pulpo Paul, que en Alemania no hizo más ni menos que predecir todos los resultados de los partidos que le propusieron a pronosticar. Los teutones, no sin un sabor amargo, se tuvieron que bancar que se despachara con resultados que favorecían a la escuadra alemana tanto como aquellos en los que anunciaba que perdía y que perdió. Al cabo, no fue más que un detalle colorido. Ahora bien, porque no imaginamos que hubiera sido de la historia del octópodo si hubiera nacido, vivido y pronosticado en las pampas argentinas. A continuación le damos un perfil de cómo más o menos hubiera sido la cosa:
1- Primero, ni por si acaso se hubiera llamado Paul. Pocho se llamaría. Pulpo Pocho. En la jerga popular, como el po es redundante, sería Pulpocho.
2- Previo al partido con Nigeria, los noticieros y canales deportivos en sus programas especializados emitidos desde Sudáfrica, exhiben un video filmado desde un celular, que muestra como un pulpo llamado Pocho, puesto a elegir entre dos recipientes de alimentos con los colores de Argentina y Nigeria, selecciona el que luce los gloriosos celeste y blanco. Es decir, el Pulpo predice que ganará Argentina. El inefable Toti le apunta enseguida “qué sabe un pulpo de fútbol” y anticipa que Nigeria tapara a goles al equipo que conduce Diego. El detalle de color, cumple su función de entretenimiento. Final del capítulo: Argentina 1 Nigeria 0. Emboco el Pulpo.
3- Los programas especializados que emiten las 24 horas desde Sudáfrica, ávidos de contenido para colmar sus presentaciones, anticipan que tendrán las imágenes del Pulpo Pocho pronosticando quien será el ganador del match entre Corea del Sur y la Argentina. El suceso se concreta el día anterior al partido y en las pantallas se ve como el octopodo prefiere el recipiente celeste y blanco y de ese modo pronostica el triunfo argentino. Toti no renuncia al desafío y ratifica que el Pulpo no sabe nada de fútbol y anticipa que Corea del Sur será el vencedor. Final del capítulo: Argentina 4 Corea del Sur 1. Dos embocadas para el Pulpo.
4- En los días siguientes, si bien es un rumor que no se pudo confirmar, los canales deportivos se esfuerzan por tener los derechos exclusivos de emisión del pronóstico del pulpo en sus programas. Desde Sudáfrica, Diego agradece el apoyo recibido por el Pulpo y dice que el bicho entiende cuál es la meta de la selección. Pulpocho –así es llamado ya coloquialmente- cumple con el rito y elige otra vez el recipiente celeste y blanco por sobre el azul de Grecia. Toti no se amedrenta y dice que serán los griegos los vencedores. Final del capítulo: Argentina 2 Grecia 0. Triplete del Pulpo.
5- La cuestión estalla. Pulpocho pasa a ser considerado el jugador número doce de la selección y desde Sudáfrica los integrantes del equipo nacional esperan ansiosos qué dirá el Pulpo en su nuevo pronóstico. Los canales anuncian que pondrán equipos móviles en vivo para que los televidentes puedan observa el pronostico del octopodo. Pulposas vedettes anuncian que se meterán desnudas en la piscina con el pulpo si la selección gana el mundial. Las principales consultoras de opinión ven que Pulpocho puede darles la posibilidad de acertar con certeza lo que pasara en una elección nacional, así que empiezan a sondearlo como aliado estratégico. Pulpocho, elige el recipiente que representa a la Argentina por sobre el de México. Toti, asegura que los mexicanos sacarán del mundial a los argentinos. Fin del capítulo: Argentina 3 México 1. Cuaterno de Pulpocho.
6- Momento orgásmico. Pulpocho es ídolo nacional. Se anticipa que su próximo pronóstico se emitirá por cadena nacional. Marcelo pretende contarlo en su Bailando por un sueño para hacer un fantástico baile del caño; los guionistas reescriben parte de la historia de Botineras para darle un protagónico; Mirta lo invita a un almuerzo exclusivo; Susana lo quiere entrevistar en su living; el Ruso lo desafío a un juego de Yenga o en su defecto, a una pulseada (algo que Pulpocho puede hacer en simultáneo con varios oponentes). Chiche convoca a sociólogos, psicólogos, prestidigitadores, tarotistas y especialistas diversos para analizar la verdad sobre el arte de la adivinación de los moluscos cefalópodos. En varias provincias y municipios conducidos por políticos prestos a ser candidatos en las las próximas elecciones, es distinguido como Pulpo ilustre del lugar. Los pescadores de mar, a todo pulpo que sacan le hacen la prueba para ver si sabe o no adivinar los resultados de fútbol. Las consultoras de opinión preparan el escenario para que Pulpocho elija quién será el futuro presidente de los argentinos. Los políticos frucen porque sí hacen eso se les puede arruinar el curro de la campaña. Luego de una previa de cuatro horas, Pulpocho hace la elección. Toma el recipiente alemán. Ante el desconcierto, los conductores empiezan a comentar que por la presión a que fue sometido Pulpocho ante tanto público, en lugar de elegir lo que viene, eligió lo que pasó (Mundial 2006). Otros sostienen que la fuerte luz de la televisión produjo efectos sobre los recipientes de alimentos y eso confudió a Pulpocho. En fin, Toti por primera vez coincide: gana Alemania sostiene. Final del Capítulo: Alemania 4 Argentina 0. Cinco para Pulpocho, uno para Toti.
7- En virtud de los acontecimientos, desde el entorno de Diego dicen que se perdió por este “pulpo mala onda”. Diversos voceros políticos salen prestos a decir que ellos no forman parte de ninguna campaña negativa para con la selección argentina encarnada en predicciones sin fundamentos. A la merda todas las ilustres distinciones. Se descarta sumar a Pulpocho en el proceso de normalización del Indec, por carecer de herramientas científicas. Son quemados miles de afiches con políticos abrazados a Pulpocho, bajo el eslogan “Sabemos lo que viene en la Argentina”. La prensa en general, en recuadros muy pequeños, acepta el nuevo acierto de Pulpocho. Las consultoras siguen adelante con su plan y dan a Pulpocho la posibilidad de elegir entre varios de los principales políticos argentinos para determinar quién será el próximo presidente argentino. El Pulpo se pasea por encima de los recipientes pero no elige a ninguno. Quien lo cuida habitualmente, se sonríe y comenta “es pulpo pero no dolobu. No come pescado podrido”.
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